Cinema paradiso

 

La película Cinema Paradiso es una película que nos cuenta una historia ubicándonos en Italia después de la Segunda Guerra Mundial. La película está dirigida y escrita por Giuseppe Tornatore que utiliza este filme para lanzar un guiño al cine y a la profesión de proyeccionista.

La película nos presenta a Salvatore, un conocido cineasta italiano que recibe la noticia de que Alfredo, su amigo de la infancia ha muerto. En el relato nos vamos encontrando con largos flashbacks en los que Salvatore va recordando su infancia y su juventud. En el primer flashback vemos que Salvatore (Totó) vive con su madre y su hermana y que su padre se ha ido a la guerra. A Totó cada vez de va atrayendo más el cine y va intentando que Alfredo, que era el proyector le enseñe su cabina para ver como es su oficio.

En la segunda parte de la película vemos otro flashback en el que nos encontramos en la adolescencia de Salvatore, esta parte de la película se centra en su amor hacia Elena, la hija del banquero del pueblo.

En el trascurso final de la película ya no encontramos flashbacks sino que nos encontramos en el presente con Salvatore acudiendo al funeral de su amigo Alfredo donde comenzará a recordar y a sentir cosas de su pasado.

La película me ha parecido bastante emotiva y aunque Salvatore es el personaje principal del relato, he de decir que mi favorito ha sido Alfredo ya que hace de figura paterna de Salvatore ya que su padre había tenido que ir a la guerra. Alfredo veía a Salvatore como el hijo que nunca había tenido. A ambos le une el amor y el interés que sienten por el cine. Me ha dado bastante pena cuando Salvatore tuvo que abandonar el pueblo para irse a la ciudad para intentar ser un cineasta de éxito y se separa de su gran amigo Alfredo.

También ha sido bastante triste cuando Salvatore tiene que regresar al pueblo para ir al entierro de Alfredo. Ha sido emocionante cuando empieza a proyectarse la película que Alfredo le había dejado a su gran amigo. Todas las cintas que Totó quería de pequeño, ahora eran de su pertenencia. Ese pequeño niño que quería entrar en la cabina de proyección de su amigo Alfredo y que se había convertido en un famoso cineasta en parte gracias a su mentor.

Una de mis escenas favoritas es cuando Totó es pequeño y ven que un grupo de vecinos se han quedado en las puertas del cine porque ya no pueden entrar. Ante el disgusto de los vecinos y de Totó, Alfredo decide proyectar la película en la misma plaza del pueblo para que así todos puedan verla, todo esto mientras Totó le mira con asombro.

En definitiva, me ha gustado mucho la película, es un relato muy emotivo que te conmueve y te hace ponerte un poco triste con la muerte de Alfredo pero también me he reído bastante con personajes como por ejemplo el cura del pueblo. Me ha parecido una gran película que muestra el valor de la amistad y el amor por el cine.


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