Alejandro Ibáñez C.Audiovisual

  La semilla del diablo me a parecido una gran película ya que a mí personalmente me gusta el cine de terror pero en un principio al ver que era una película más o menos antigua creía que no me iba a gustar. Tras ponerme a ver la película me dí cuenta de que esta no era una película de terror como las demás, no tenía prácticamente efectos especiales para asustar excepto en la escena del sueño de Rosemary que aparece el diablo. El terror de esta película es como que te lo vas creando tu mismo a través de tu imaginación debido a la tensión que hay en las escenas ya que he tenido una sensación de incertidumbre durante toda la película sin la necesidad de estos efectos. También, he de admitir que no me ha causado mucho miedo pero si esa sensación de suspense. Al final de la película me hubiese gustado que se hubiese visto al niño para darle el sentido final porque hubo un momento de la película en la que pensé que todo era creado por la mente de Rosemary pero no. En conclusión me parece u

Esta película nos muestra la transición que hubo del cine mudo que era el único que se conocía en esa época al innovador cine sonoro. Este tipo de cine se lograba al sincronizar los doblajes de los diálogos con los gestos y los movimientos de la boca. En un principio se creyó que el cine sonoro iba a ser una moda y que no duraría mucho tiempo pero lo cierto es que llegó para quedarse como vemos en la actualidad. La película tiene como dos temas, uno es mostrar las dificultades del paso del cine mudo al cine sonoro y el otro sería la historia de amor entre Don y Kathy. La película narra la historia de Don y Lina, dos actores famosos en esa época que están a punto de presentar su nueva película pero debido al éxito de la película “El cantante de Jazz”, una película sonora, la productora decide cambiar la película que ya está prácticamente hecha en un musical. Es aquí donde empezarán a surgir los problemas ya que Lina, que era tan valorada en el cine mudo, tenía una voz muy aguda y

  George Meliés, no era solamente uno de los primeros cineastas sino que también era ilusionista, llegando a trabajar en varios teatros. George presenció la presentación de los hermanos Lumiére del cinematógrafo, a Meliés le gustó tanto que ofreció una oferta pero los inventores rechazaron. Finalmente consiguió un cinematógrafo similar al de los Lumiére con el que comenzará a grabar sus propias películas y a plasmar su magia en el cine. En “El hombre de la cabeza de goma” vemos a Meliés con una mesa y un inflador, conforme va inflando, aparece su propia cabeza en la mesa y cada vez se va haciendo más grande o más pequeña según si infla o desinfla. Al final la hincha tanto que la cabeza de la mesa explota. La película “Viaje a la Luna” fue la que hizo famoso a Meliés. Trata sobre un grupo de astrónomos que realizan un viaje a la Luna (la cual se recrea con la cara de Meliés rellena de pastel) y mientras estos astronautas están en la Luna son atacados por unos selenitas que habi